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Sostenibilidad, Capital Humano y Social. ¿Qué relación tienen?

Vengo trabajando hace unos meses para un proyecto que realmente me emociona y apasiona mucho. Este proyecto se llama IMPACTO y mi rol es liderar todos los temas de Capital Humano y Gestión del Talento Humano en la organización. Estoy aprendiendo mucho sobre lo que significa la sostenibilidad y el capital humano y social en su conjunto. Muchas veces cuando hablamos de sostenibilidad, pensamos en el efecto que nuestras empresas y organizaciones tienen en nuestro ecosistema. Así mismo, pensamos inmediatamente en nuestros recursos naturales—agua, aire, tierra—y el deterioro de su condición en nuestro planeta. Las alarmas ya están encendidas para tomar acción sobre estos temas y existe mucho por hacer. Sin embargo—nuestros recursos naturales—agua, aire, tierra—ya son temas que todos como seres humanos y sociedades hemos internalizado que tenemos que tomar decisiones alineadas con proteger nuestros recursos naturales.


Sin embargo, ¿qué tanto hemos tomado atención a los temas de capital humano y social? ¿O cuál es el link de entender qué rol juega el capital humano y social para obtener una sostenibilidad integral y holística en nuestras comunidades y sociedades? Empecemos por el principio. Según el World Economic Forum, “el valor de las personas se puede dividir en capital humano (por ejemplo, conocimientos individuales, habilidades, competencias y atributos) y capital social (por ejemplo, redes, normas compartidas, valores y comprensión).”[1] Y hoy en día, el mundo en el que vivimos está mucho más alineado y conectado con valores de negocios sostenibles, economías sostenibles y la creación de valor como resultado de nuestro trabajo. Vivimos en un mundo conectado donde la pandemia del COVID-19 ha exacerbado muchos temas de disparidad y acceso a oportunidades económicas. Así mismo, como consecuencia de la pandemia, se ha generado un espacio importante de oportunidades que tiene que crearse bajo valores de sostenibilidad, empatía humana y cuidado de nuestros recursos—naturales y humanos.


Es aquí donde observamos el enlace entre la sostenibilidad y el capital humano y social. No existe proyecto o empresa que pueda tener un impacto sostenible si no tiene prácticas alineadas a los derechos humanos, culturas inclusivas, igualdad salarial por el mismo trabajo ejercido, prácticas internas humanísticas, y, sobre todo, oportunidad de ser parte de la cadena valor y crecimiento personal y profesional. ¿Qué es la sostenibilidad? Para mí, es tener como consecuencia de un negocio, unos outputs positivos, constructivos, y de valor para todo aquel y aquello que toque la organización—incluyendo, empleados, proveedores, la cadena de suministro involucrada, clientes, recursos naturales, sociedades, comunidades, gobiernos, y nuestro ecosistema en general. Si nuestra forma de hacer negocio no es congruente con la sostenibilidad, no será un éxito. Hoy en día, ya no es un ‘nice to have’ sostenible. Hoy en día es un ‘must have’ sostenible. El mundo, los clientes, las personas, nuestros hijos, así no los exigen. Nuestro mundo tiene que transformarse en un planeta más balanceado en todo sentido. Y todos podemos aportar. Desde el espacio de recursos y capital humano, tenemos mucho trabajo y valor que dar.


Creemos y transformamos nuestras organizaciones—antiguas, menos antiguas y nuevas—en espacios con dignidad e igualdad. Los roles de trabajo que sean equitativos para hombres y mujeres. Los salarios son dignos e iguales independientemente del género. Que una mujer gane lo mismo que un hombre haciendo el mismo trabajo. Estos cimientos de igualdad son fundamentales para generar confiabilidad, transparencia y, sobre todo, productividad. Así mismo, tenemos la obligación como empresas y entes sociales, crear espacios de trabajo sanos donde la salud y bienestar del empleado está en el centro de todo lo que hace la empresa. Hay que mantener los estándares de salud mental y física muy altos. Estamos viviendo y viendo todos que, sin salud y bienestar, no existe empresa que sobreviva. Las empresas las hacemos las personas y si no cuidamos de nuestro capital humano—la probabilidad de tener una empresa productiva y exitosa es mínima. Además, tener espacios de trabajo con un bienestar positivo es parte de un derecho humano—merecemos todos trabajar en condiciones dignas y sostenibles. Son derechos fundamentales—la dignidad y valor del ser humano—nadie puede ejercer en contra de esto. Y las organizaciones que no apuesten por tener ambientes de trabajos sanos, fracasarán y serán una suma negativa en nuestro mundo.


Y, por último, como organizaciones, tenemos la responsabilidad de capacitar y desarrollar a nuestra fuerza laboral. Tener acceso a talento calificado es un factor importante para convertirte en una empresa exitosa. Debemos crear capacidad interna, generar espacios de aprendizaje, invertir en educación y aprovechar la oportunidad que nos da la coyuntura mundial para cambiar patrones de trabajo que están obsoletos y no generan un impacto positivo en nuestra empresa y comunidades. Debemos hacer más uso de las tecnologías y herramientas que están disponibles. Tenemos, como responsabilidad, reentrenar a nuestra fuerza laboral para que tengan las capacidades y habilidades para poder hacer el trabajo de forma efectiva. Es parte de nuestra obligación empresarial—ser responsable con el talento humano. Según el World Economic Forum, “más de la mitad (54%) de todos los empleados requerirá una reskilling significativa para 2022, pero es probable que el problema sea aún más agudo en regiones específicas.”[2]


El acceso a trabajadores cualificados es un factor clave para convertirse en una empresa exitosa. Para hacer frente al desafío de la brecha de habilidades, las empresas deben aumentar la inversión en capacitación, desarrollo y educación a su fuerza de trabajo para aprovechar las oportunidades de cambiar los patrones de trabajo y los lugares de trabajo debido a las nuevas herramientas y tecnologías. Según el Foro Económico Mundial, más de la mitad (54%) de todos los empleados requerirá una reskilling significativo para 2022, pero es probable que el problema sea aún más agudo en regiones específicas. 24. Es importante tomar atención a esto. En la medida que podamos recapacitar a nuestra fuerza laboral, hagámoslo. El retorno a esa inversión se verá en métricas positivas en productividad, compromiso y una cadena de valor con impacto.


El mundo ahora nos demanda acción responsable. Exigimos que las empresas prioricen valores, impacto social, y construyan culturas diversas, sanas, inclusivas dentro de sus organizaciones. Las empresas que tienen el corazón en el lugar correcto estarán mejor posicionadas que aquellas que todavía actúen irresponsablemente con nuestro planeta, recursos naturales y capital humano. El objetivo tuyo, como empresario, es aumentar el compromiso y productividad de tu fuerza laboral a través de programas de capacitación y desarrollo. Todo ser humano busca ser valorado y agregar valor. Crea programas que tengan como objetivos estas dos áreas de valor. Si tus valores, acciones e ideas están alineadas con la sostenibilidad auténtica, tendrás ya más de la mitad del camino ganado.

[1] http://www3.weforum.org/docs/WEF_IBC_Measuring_Stakeholder_Capitalism_Report_2020.pdf [2] http://www3.weforum.org/docs/WEF_IBC_Measuring_Stakeholder_Capitalism_Report_2020.pdf

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