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¿Por qué entramos en un ciclo de autosabotaje? Y, ¿qué impacto puede tener en nuestras vidas?

¿Sabes porque alguna vez quieres hacer una cosa y terminas haciendo otra? ¿O simplemente, porque algunos pensamientos negativos toman control de tus decisiones? Yo siempre me pregunto a mí misma, ¿por qué somos frágiles los seres humanos ante ciertas situaciones? Y esta semana, mientras preparaba nuevamente contenido, me encontré con el misterio del autosabotaje. Y descubrí que es un tema fascinante porque describe lo que muchos quizás hemos vivido. ¿Saben ustedes que es el autosabotaje? Según varias definiciones de la literatura, el autosabotaje o comportamiento autodestructivo, es un comportamiento que normalmente termina con un resultado que la persona ejerciendo este comportamiento destructivo no quiere que suceda. Son comportamientos que truncan nuestro éxito.


Si estos comportamientos nos impiden realizar nuestros objetivos, ¿por qué entramos en un ciclo de comportamientos autodestructivos o autosabotaje? ¿Qué pasa dentro de nosotros—mental y emocionalmente—para incurrir en un ciclo de autosabotaje? ¿Sera que es nuestra defensa interior? ¿O su fin es mantenernos en nuestra zona de confort? La realidad es que el autosabotaje y el comportamiento destructivo tiene como raíz nuestro inconsciente. Es aquella voz reprimida, escondida en nuestro interior, que manifiesta aspectos no aceptados acerca de nosotros mismos. ¿Cómo se desarrolla nuestro inconsciente? A través de experiencias diarias en nuestras vidas. Y estas experiencias desarrollan lo que llamamos ‘nuestro guión de vida’ el cual nos dirige en el curso de nuestras decisiones diarias. Si nuestro guión de vida tiene como componentes importantes, experiencias negativas, desilusiones y conceptos errados, lo más probable es que nos encontremos frecuentemente racionalizando nuestros comportamientos al autosabotaje.


Por ejemplo, a mi toda la vida me dijeron que no era buena para los deportes. Yo procese en mi inconsciente lo siguiente “No puedes jugar deportes, no eres buena.” Aunque dentro de mí me hubiera encantado ser parte de un equipo deportivo, siempre entorpecí esa posibilidad, como una forma de autosabotaje a mí misma. Hice todo lo posible para evitar los deportes—enfocándome en otras actividades—para reforzar la afirmación que me habían asignado sobre mis capacidades deportivas. ¡Claro! Ahora ya entiendo porque lo hacía. Me asustaba el simple hecho de considerar hacer deportes. Entonces, al sentir miedo, en defensa propia, entraba en un contexto de autosabotaje para protegerme y mantener el control sobre la situación.


¿Cómo puedes identificar cuando estás entrando en un cuadro de autosabotaje? Si estás experimentando un miedo intenso o inseguridad como consecuencia a una decisión importante o un cambio radical en tu vida, es muy posible que entres en autosabotaje como un mecanismo de defensa. ¿Y por qué nos ocasionamos esto nosotros mismos? Muchas veces lo hacemos para reforzar una creencia que tenemos en nuestro inconsciente sobre nosotros. Así como a mí me dijeron que no era buena en los deportes, a ti quizás te han dicho otras cosas que te han marcado. Y en base a esto, desarrollamos una serie de patrones mentales que dirigen su accionar diario y, si no son congruentes con tus decisiones actuales, te crearan una fricción donde tendrás que escoger si decides autosabotearse o tomar una decisión hacia delante.


¿Cómo puedes tu reescribir tu historia mental? El primer paso es el autodescubrimiento (self-awareness). No existe un poder más grande que conocerte tú mismo a profundidad. Permítete darte ese regalo tú mismo. En la medida que mejor te conozcas, tendrás mayor control de tus pensamientos, emociones y comportamientos. Y el poder del autoconocimiento, te dará las herramientas para reescribir esos patrones autodestructivos que causan mucho dolor y desgaste emocional. Segundo, una vez identifiques tus patrones autodestructivos, profundiza en entender qué creencias tuyas están ligadas a estos esquemas de comportamientos y, cuestionarlos. Reescribe tus creencias para eliminar esas manifestaciones limitantes de tus capacidades y habilidades. Reescribe tus nuevas creencias en base a tus sueños y objetivos. Y, por último, si entras en una situación de autosabotaje, no seas tan duro contigo mismo. ¡Si ya tuviste el comportamiento autodestructivo, ya está! No pierdas energías en esa experiencia. Más bien, utiliza tu consciencia en esa experiencia para definir qué harás para no verte en la misma situación nuevamente. Sé bueno contigo mismo. Si tu no lo eres, nadie lo será. Aprende a hablarte de forma responsable y positiva. Siempre con responsabilidad e integridad. Y, siempre háblate, con amor.


Recuerda que nuestro inconsciente está siempre despierto y en operación. Si conscientemente practicamos identificar nuestras tendencias autodestructivas, tus posibilidades de obtener mejores posibilidades de éxito y acercamiento a tus logros son mayores. Las personas con comportamientos autodestructivos tienden a tomar malas decisiones y evitar el camino correcto hacia sus objetivos. Evitemos llegar a un círculo vicioso de autosabotaje—este camino solo te llevará a la tristeza y decepción. Así que te invito a pensar en oportunidades proactivas donde encuentres tiempo para identificar si tienes comportamientos autodestructivos, y si los tienes, entender la raíz de estos. Así también, es vital tener un proceso de autoconocimiento para fortalecer el poder que tú tienes sobre tus propios pensamientos, emociones y comportamientos. ¡Arriba esos ánimos! ¡Abajo las creencias falsas de uno mismo! Si tienes una meta, cúmplela. No permitas que intervengan todas las limitantes que tienes en tu cabeza a raíz de creencias falsas y erróneas. ¡Sigue adelante!

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