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Mentores vs Patrocinadores ¿Alguna vez te has preguntado cuál es la diferencia? 

Updated: Sep 26, 2020

Todos necesitamos orientación durante nuestro ciclo de empleados en nuestras empresas. La realidad empresarial nos dice que no es suficiente el simple hecho de trabajar duro con éxito. La presencia de una orientación interna es vital para nuestro crecimiento profesional en nuestras organizaciones. Una investigación del Centro para la Innovación del Talento nos dice que una gran mayoría de mujeres (85%) y grupos de profesionales multiculturales (81%) necesitan más orientación interna para avanzar en su desarrollo de carrera.[1] Sin embargo, es muy interesante ver, que, aunque las mujeres tengan asignadas más mentores, son los hombres quienes obtienen las promociones. ¿Por qué sucede esto? La literatura nos dice que, aunque es importante tener un mentor, tener un patrocinio interno marca la diferencia. Les quiero hablar de la diferencia entre un mentor y un patrocinador. La diferencia es importante. Necesitas a ambos en tu vida profesional. Te comparto algunas recomendaciones para que puedas tener ambos en tu vida profesional y en tu ciclo de empleado en tu organización. La diferencia entre un mentor y un patrocinador es sencilla. El mentor te aconseja y el patrocinador aboga por ti. ¿Entienden la diferencia verdad? El mentor es alguien que te guía y aconseja en tu carrera profesional. El patrocinador, es aquel que te anoticia y aboga por ti. Es aquel que dice tu nombre cuando existe la conversación de una promoción. Es aquel que ‘empuja’ a la organización a tu beneficio para seguir con tu progresión de carrera. Y es aquel que pone su nombre o credibilidad para darte un empujón hacia arriba. Los patrocinadores generalmente empiezan como mentores. Sin embargo, un mentor no. Por eso, es importante conocer la diferencia y saber cómo abordar ambos roles para poder tener éxito en tenerlos en tu vida profesional a ambos. El principio es encontrar un buen mentor. El mentor no necesariamente es el líder principal de la organización ni tu jefe. Acércate a aquellas personas que tengan algo en común contigo. Y, es más, generalmente tu mentor estará fuera de la organización donde te encuentras en este momento. Un mentor puede ser un profesor de la universidad, un entrenador deportivo, un empresario exitoso o un político. Alguien que tenga algún tipo de afinidad contigo. Si has llegado hasta aquí en la lectura, escribe una lista de mentores potenciales que te gustaría tener porque tienen algún tipo de afinidad. Y escribe, al lado de cada uno de los posibles mentores, la afinidad que tienen en común. Luego, ve depurando esa lista y quédate con tu top cinco para poder desarrollar bien ese contacto inicial. El patrocinador emerge después de haber sido un mentor. Nadie va a poner su reputación y credibilidad por alguien a quien no conocen ni han asesorado. Por eso, al principio decimos, que antes de ser un patrocinador, fue un mentor. Para encontrar un excelente patrocinador, busca alguna persona que te haya visto en acción mientras trabajas, tiene capacidad de comentar sobre la calidad de tu trabajo, ha reconocido tu trabajo como bueno, y, sobre todo, que tenga influencia dentro de la organización. Tienes que ser un estratega en este sentido. Una vez tengas identificado a las personas, busca a quien de ellos se beneficiaría con tu ascenso dentro de la organización. Y si no es un ascenso, quién se beneficia de un movimiento lateral dentro de la organización que es un paso que puede que tengas que dar antes del ascenso final. Cuando tengas esta lista, depúrala bien nuevamente para llegar a tener una lista corta de cinco nombres. No pienses en ir a pedirles el ascenso directamente. Esto será un fracaso y perderás ese canal de comunicación inmediatamente. Tienes que iniciar el ciclo con ellos. Tienes que convertirlo en tu mentor como primer paso. ¿Y cómo lo haces? Para empezar, no cometas el error más frecuente que es la siguiente pregunta: ¿Puedes ser mi mentor? Acércate con algo que tengan en común. Un tema de negocios o inclusive, de deportes. Aquí te dejo algunas ideas para abordar una relación exitosa de mentoría y lograr fusionarla a un patrocinio próximo. Primero, conoce bien cuál es tu objetivo final y cómo el mentor te puede ayudar a trazar un camino para comprometerte y llegar a ese resultado. Escribe, en este momento, que quieres lograr con esta mentoría. ¿Un ascenso, un movimiento lateral, una posición fuera de tu país? Segundo, una vez tengas claro tu objetivo, piensa en las personas en tu organización o fuera que te puedan ayudar a llegar a este objetivo. Por ejemplo, si quieres que tu mentor sea alguien que imparte seminarios o webinars, pues atiende uno de sus webinars, y encuentra la oportunidad de que te conozca (virtualmente por ahora) y aporta con algo importante que resalte. Hazte notar. Esa es la clave. Cuando sepas quienes están en tu lista, haz que ellos te noten—pero por tu trabajo, resultados y tu responsabilidad. Tercero, una vez tengas ese contacto. Sé responsable y cuídalo. A medida que su relación de mentoría avance, tienes que monitorear tu progreso. Sé respetuoso del tiempo y los objetivos trazados. Recuerda, tu meta es que esta persona se convierta también en tu patrocinador en el futuro. Se responsable con los consejos que te brinda. Respeta sus opiniones y haz los cambios que te sugiere y estés de acuerdo. Si no lo estás, también háblalo. Lo importante es crear una comunicación fluida y responsable para crear confianza y seguridad en la relación. Cuarto, entabla también oportunidades para tu mentor. El beneficio tiene que ser mutuo. En estos tiempos de redes sociales, un agradecimiento público o interno hacia la organización, tiene impacto. Date el tiempo también de conocer mejor a tu mentor. Ellos también quieren ser escuchados como cualquier otro ser humano. Muestra interés por sus proyectos, ideas y negocios. Ellos se beneficiarán de escuchar una opinión o comentario al respecto. Es una relación recíproca, aliméntala de forma honesta, desinteresada y con beneficio para ambos. Y, por último, que no sea una relación de un tiempo por un objetivo único. Es verdad que te ayudará a llegar a tus objetivos de corto a mediano plazo. Pero alimenta la relación para que dure por siempre. Los consejos nunca están demás y, si tu mentor, puede acompañarte a través de tu vida profesional, ¿por qué no? Todos a lo largo de nuestras vidas vamos a evolucionar y nuestros objetivos también van a cambiar. Por eso es importante encontrar un mentor con el que tengas afinidad. Y estos mentores, naturalmente, se fusionarán como un patrocinador a largo plazo. Como te conocen, abogaron por ti. Pondrán su nombre y credibilidad para darte un impulso. Pero para llegar a este punto, tienes que hacer el trabajo delicado e importante de encontrar un mentor, nutrir mucho esa relación, y encontrar el beneficio mutuo. Tú, mejor que nadie, conoces tus necesidades, sueños, objetivos y deseos. Solo tú puedes identificar quien puede ser tu mejor mentor para que luego pueda ser un patrocinador tuyo. Este trabajo toma tiempo. No se crean mentores triunfantes y relaciones de mentoría exitosas en días. Toma tiempo desarrollar la relación de mentoría porque conlleva confianza, responsabilidad y, sobre todo, compromiso. Estas características solo se desarrollan con el tiempo. Anímate a encontrar un mentor y patrocinador en tu vida. Esto marcará una diferencia entre el antes y después en tu futuro profesional y personal. [1] https://inclusion.slac.stanford.edu/sites/inclusion.slac.stanford.edu/files/The_Key_Role_of_a_Sponsorship_for_Diverse_Talent.pdf

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