¿Cómo nos preparamos y creamos una fuerza laboral preparada para el futuro?
- Adriana Dabdoub
- Dec 26, 2020
- 4 min read
Updated: Dec 26, 2020
Estamos por cerrar uno de los años más duros en la historia moderna del mundo. Muchos hemos perdido algo en este año—un trabajo, alguien especial, alguna experiencia, un viaje, una oportunidad laboral, entre otras cosas. Ha sido un año donde hemos tenido dos opciones—dejarnos vencer o salir vencedores. Ha sido difícil tomar esta decisión todo este año. Hemos tenido todos momentos muy difíciles. Pero algo que a nivel colectivo hemos logrado es desarrollar nuestra resiliencia. En su conjunto, imaginó una sociedad mucho más resiliente y, por ende, más creativa e innovadora. Nos hemos visto forzados a transformar nuestras empresas y forma de trabajar. Hemos tenido que buscar cómo seguir a flote en nuestros trabajos y las organizaciones han tenido que transformarse en organismos flexibles y ágiles para poder responder a las demandas del mercado. Ahora que termina este 2020, las organizaciones y los contribuidores individuales están pensando, ¿Cómo nos preparamos para el 2021? Qué habilidades y competencias debemos tener y cómo adecuamos nuestra fuerza laboral, ya existente, para capacitarlos y que estén preparados para recibir el 2021.
Este 2020 nos ha demostrado que la agilidad y flexibilidad tienen que primar en nuestras organizaciones para poder responder a cambios en el mercado y transformar la forma de trabajar. Debemos tener una fuerza laboral capacitada para enfrentar retos con creatividad e innovación. Tener competencias que creen valor a través del trabajo diario. El valor se crea siendo curiosos, innovadores con ideas nuevas y perspectivas diferentes. Estas cualidades son las que vamos a valorar en el futuro porque hemos visto que son fundamentales para sobrellevar crisis y momentos difíciles. Necesitamos crear una fuerza laboral que enfrente los problemas con actitud positiva y con una mirada hacia el futuro. Siempre manejando los riesgos y adaptándose a los nuevos cambios. Ser capaz de permanecer productivo en tiempos de cambios será invaluable. Entonces, crear capacidad en este sentido será muy necesario.
Adicionalmente, la digitalización es y será ahora protagonista en todas nuestras organizaciones. Necesitamos una fuerza laboral que se adapte al mundo digital. Saber entender el impacto de la digitalización en nuestras empresas es imperativo porque tocará todos los aspectos de nuestras operaciones y negocios de ahora en adelante. Nuestra fuerza laboral tiene que saber manejarse en un mundo donde la digitalización es y será parte de nuestro diario vivir. Capacitar la fuerza laboral—ya existente y nueva en el mundo digital, es fundamental de cara al futuro organizacional. Vamos a tener que aprender hacer nuevas cosas a causa de la digitalización. Y estas nuevas cosas, tendrán que agregar valor tal y como lo decía anteriormente. Hacer cosas diferentes por hacer, no tendrá resultado. La diferencia está en hacer cosas transformacionales con valor y propósito. Ahí está el secreto y para lograrlo, necesitaremos de un capital humano creativo, innovador y que actúe con propósito.
Seguidamente, necesitamos crear un capital humano responsable—con ellos mismos, sus comunidades y nuestro ecosistema en general. Debemos formar una fuerza laboral que enfrenta los dilemas operativos de una forma cognitivamente flexible y aceptando puntos de vistas diferentes. Que el proceso de toma de decisión tenga un componente empático y respetuoso hacia nuestros clientes y sociedad en general. Para esto, necesitamos una fuerza laboral que afronte los problemas con resiliencia y con una tolerancia importante a la complejidad y ambigüedad sobre las cosas. Debemos tener una fuerza laboral responsable hacia los otros. Es decir, nuestra fuerza laboral, al momento de resolver problemas, no solo debe pensar ya en las utilidades de la empresa. Ahora también, tendrá que pensar en el impacto de sus decisiones en nuestras comunidades, ecosistema y sociedad en general. Ya no es aceptable tomar decisiones por utilidad y rentabilidad únicamente. Esto ya tiene un estigma social negativo. Hoy en día, es fundamental ser sostenibles en nuestras decisiones operativas. Debemos tener responsabilidad con nuestro medio ambiente, capital humano y social. Es una responsabilidad importante. Por eso, desde nuestras organizaciones, debemos fomentar una fuerza laboral que cumpla con estos requisitos. Y debemos premiar y reconocer estos comportamientos sostenibles y responsables para que se repliquen aún más en todo lo que hacemos. Debemos educar y capacitar a nuestra fuerza laboral en que, durante nuestros procesos creativos e innovadores de decisión, debemos siempre cuidar el impacto que tendrán nuestras decisiones más allá de nuestra organización. Que sean positivas y constructivas hacia dentro y hacia fuera. Debemos capacitarnos para ser más empáticos y responsables.
Y, por último, debemos capacitar a nuestra fuerza laboral con las habilidades del futuro. Tenemos que invertir en tecnología y aprender cuales son esos nuevos roles que se crearán como resultado de la tecnología. La digitalización ha eliminado muchos trabajos, pero también, ha creado nuevos. Es aquí donde tenemos que enfocarnos para seguir capacitando al talento humano. Debemos conocer bien esos nuevos trabajos que nacen como consecuencia de una profunda digitalización, y enfocar nuestros esfuerzos en crear capacidad ahí. Debemos capacitar en temas de sostenibilidad social, ambiental, de gobernanza. Necesitamos una fuerza laboral ágil y flexible. Que sepa cómo manejarse de forma constructiva en tiempos de adversidad y cambio. Así mismo, una fuerza laboral ética, empática y humana. Estas competencias son claves. El COVID-19 nos ha enseñado que debemos ser más humanos y amables con nosotros mismos y nuestro entorno—social, personal y ambiental. cuidémoslo y aprendamos a construir capital humano en todas las áreas de nuestras instituciones.
La fuerza laboral del futuro es una que cumpla con un balance de competencias técnicas y habilidades blandas. Van a sobresalir las características humanas y capacidad de adaptación al cambio positiva y constructiva. Nos preparamos y creamos una fuerza laboral para el futuro desde ya y siendo estratégicos en cómo invertimos los recursos. Seamos proactivos—las organizaciones y nosotros mismos—en buscar cómo adquirir nuevas habilidades y competencias.
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