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¿Cuál es el rol del empleado durante una crisis como el COVID-19?

Updated: Sep 26, 2020

¿Y nosotros los empleados, que rol desempeñamos en este momento de crisis que está viviendo el mundo? ¿Cómo podemos apoyar o arruinar la gestión de crisis en nuestras organizaciones? La realidad es que de esta pandemia salimos triunfante en unidad. Y esa unidad también se tiene que ver reflejada en la empresa—entre el empleado y el empleador. Es verdad que el empleador tiene una obligación institucional y social de acompañar a sus empleados a sobrellevar la crisis sanitaria. Sin embargo, el empleado tiene un rol fundamental en facilitar la gestión de crisis. Un empleado tóxico es aquel que amenaza, entre otras cosas, el éxito de una gestión de crisis. Es un cáncer para la organización. Permea su toxicidad en todos los niveles de la organización arriesgando todo—el negocio y bienestar de la empresa. Una investigación de Harvard Business School detalla que un empleado tóxico reduce su productividad intencionalmente en un 38% y un 25% de empleados impactados por el comportamiento destructivo de un empleado admiten haber ventilado sus frustraciones con el cliente. ¿Por qué es relevante hablar de empleados tóxicos en estos tiempos de crisis? Los empleados tóxicos los hay lamentablemente en todas las organizaciones. Durante una crisis, estos empleados salen a relucir aún más dañando el camino ganado en una gestión de crisis. El empleado tóxico tiene la capacidad de quebrantar culturas positivas y dañar de forma inconstruible la esencia de una organización. Es por esto por lo que tenemos que evitar llegar a tener empleados tóxicos. Muchos ya llegan a la organización con un bagaje de problemas emocionales y profesionales. Sin embargo, hay muchos que se convierten dentro de la organización y hay algunos que se transforman durante una crisis. Por esto, los empleados tienen un papel esencial en la gestión de crisis. Les comparto algunas ideas del rol que el empleado puede tener para sobrellevar la coyuntura actual y generar una discusión abierta, transparente y genuina entre el empleado y el empleador para crear unidad ante la adversidad. Los empleados tienen la responsabilidad de tomar muy enserio su rendimiento—en especial durante estos tiempos de crisis. En muchos casos, una gran parte de la fuerza laboral está trabajando de forma remota. Con apoyo de la organización, el empleado debe revisar su rendimiento de forma regular, ser crítico de su propio desempeño y adoptar la mejor actitud ante la situación. Si el empleado se convierte en un empleado negativo, pesimista y que no colabora, lo más probable es que tengamos un impasse en la gestión de crisis como resultado de un comportamiento intencional de un empleado que en vez de apoyar la gestión de crisis, crea un problema adicional a la ya caótica situación que está atravesando la organización. El estudio liderado por Harvard Business School[1] encontró que aquellos empleados en contacto con empleados pesimistas y negativos reducen en un 66% su desempeño y el 63% dice haber perdido tiempo productivo laboral evitando a compañeros hostiles. Esto es importante recalcar. El impacto es directamente en el estado financiero de la empresa. Los empleados deben tener un cambio de mentalidad y convertirse en ‘problem solvers.” Es decir, los empleados tienen que fomentar y exigir comunicación eficaz y transparente durante la crisis. Tienen que discutir ideas con sus colegas y llegar a formar vínculos de superación entre ellos. Los empleados no deben guardarse información. La mezquindad de información genera otros problemas que incrementa el peso en la gestión de crisis. No es sano ser mezquino con la información. Ser participativos y colaborativos ayudará a la organización a tener un mejor flujo de comunicación y permitirá sobrellevar la crisis de forma positiva. Los empleados deben moldear los valores de la organización. Aunque se encuentren trabajando de forma remota, tienen que vivir los valores organizacionales desde casa o donde se encuentren para facilitar la gestión de crisis. No produce ningún impacto positivo estar en un constante estado de queja por lo que es y no fue. Asimismo, aportar con soluciones y no con críticas es esencial en estos tiempos de pandemia. Las organizaciones están haciendo sus mejores esfuerzos para apoyar a los empleados y la reciprocidad de los empleados es fundamental. De nada sirve tener organizaciones implementando mejores prácticas y toparse con empleados negativos y pesimistas. Nada podrá penetrar una actitud negativa. Ni las mejores prácticas e intenciones pueden penetrar una actitud tóxica, negativa y sin opciones. Los empleados deben tener mesura al pedir cosas. En estos tiempos de caos y de declive económico, las organizaciones están viendo cómo salvar empleos y mantener operaciones viables. No exijas cosas que sabes que no tendrán futuro. Cuida tu trabajo apoyando a la organización en sus esfuerzos para mantenerse a flote. No desgastes el liderazgo de la organización ni el tiempo de tus colegas exigiendo cosas injustificadas en estos tiempos. Cuando pides sin mesura, creas más trabajo emocional y psicológico que absorben energías que pudiesen ser invertidas en el esfuerzo de salir adelante. Se considera y exige sólo cuando sea necesario. Sé prudente con tus exigencias durante esta crisis. Los empleados deben mantener la calma. El no hacerlo, genera ansiedad y nerviosismo en el ambiente. Sentimientos de ansiedad y nerviosismo reducen la productividad, nos llevan a cometer más errores y crean pánico en los grupos. Un ambiente bajo estas condiciones no tiene un buen desempeño y esto afecta la operación de los negocios. Mantener la calma ayuda al negocio. Esto lo debemos tener muy claro. Los empleados deben ser fuentes de sugerencia. En tiempos de crisis nacen oportunidades irremplazables. Aprovechemos este tiempo para presentar ideas, ser creativos, repensar cómo trabajamos y aportar con nuestras decisiones diarias. Es la oportunidad de hacer sugerencias constructivas que permitan al empleador superar y gestionar la crisis con ayuda de todos en la organización. La responsabilidad no es solo de los líderes organizacionales sino de todo aquel que se beneficia del negocio de la organización. Siendo una fuente de soluciones, se crea la unidad laboral entre el empleado y el empleador. Y es con unidad que saldremos adelante de este tiempo caótico. Es muy importante que los empleados tomen en cuenta que ellos también juegan un rol activo en la gestión de esta crisis sanitaria que atravesamos. Ellos pueden dictar el alcance de todas las medidas organizacionales que se pongan en marcha. Los empleados tienen la capacidad de facilitar el cambio generado por la crisis. También, tienen la capacidad de derribar iniciativas con comportamientos tóxicos. Los líderes organizacionales tienen que observar y detectar cuando existan empleados tóxicos para tomar acción inmediata. Recuerda que, si eres empleado, tienes un rol fundamental en estos tiempos. Participa, colabora y mantén siempre una actitud constructiva. Tu organización, los empleos y los clientes te lo agradecerán. [1] M. Housman & D. Minor, Toxic Works, November 2015 (https://www.hbs.edu/faculty/Publication%20Files/16-057_d45c0b4f-fa19-49de-8f1b-4b12fe054fea.pdf)

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